El ministro de Salud del Reino Unido, Matt Hancock, consideró improbable que la llamada vacuna de Oxford contra la COVID-19 pueda comenzar a aplicarse en las próximas semanas, como aseguró un periódico británico. En opinión de Hancock, aunque las pruebas con el candidato vacunal “están progresando bien”, todavía no se ha llegado a ese punto. Queremos estar listos para el caso de que todo salga perfectamente, pero no creo que lo podamos hacer este año, recalcó. La vacuna de Oxford, como se le conoce popularmente, se encuentra en la fase III de los ensayos clínicos, la última antes de recibir el visto bueno de los entes reguladores de salud para su aplicación masiva. Hasta el momento se reportaron dos incidentes relacionados con las pruebas clínicas en seres humanos: un voluntario británico que desarrolló efectos secundarios, y la muerte de un participante en el programa en Brasil, pero en ambos casos los ensayos se reanudaron tras una breve pausa para investigar lo sucedido. El diario británico Financial Times también informó recientemente que la vacuna de Oxford genera una fuerte respuesta entre las personas mayores de 55 años, considerado el grupo etario de mayor riesgo frente a la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. De acuerdo con el rastreador de vacunas del periódico The New York Times, en estos momentos se realizan los ensayos clínicos en humanos de 48 candidatos vacunales, y ellos 12 están en la fase III, pero se cree que ninguno antídoto contra la COVID-19 estaría disponible hasta principios del año próximo.